Desafío - Semejanzas (COMPLETO) - alex 1 - 2 Microempalador

Ambos micros se ajustan bien al tema.

Ciego habla de que ciertas semejanzas se ven venir de lejos en la descendencia. Me despista esta frase: "Pero cuando apoyó en su frente el revólver..." porque no me queda claro si el protagonista intenta suicidarse por culpa de una vida despreciable y el peso de un mal ejemplo y que, ante la duda a la hora de disparar, el niño compensa con ese lápiz; o es que el arma se dirige a la cabeza de la criatura y esta, fiel reflejo de su padre, se defiende de esa manera truculenta. En cualquier caso, las semejanzas son obvias.
Bien redactado aunque tiene una falta de bulto, en esa tilde que se ha comido en “revolver”.

Ansias de color presenta un relato diametralmente opuesto, donde la fantasía fluye a borbotones. La idea de aprovechar las distintas tonalidades de los colores me parece de diez. El autor juega con ellas a su antojo creando una historia elaborada a la vez que atrayente. Y el cierre del micro, con esa frase maquiavélica del Consejero real, me parece fabulosa.
En lo formal, falta una coma entre “nombre” y “mientras”.

Mi voto es para Ansias de color. 

Buenos micros, y muy buen tema. Son este tipo de conceptos sencillos los que dan las mejores oportunidades al ingenio.

Ciego es un perfecto ejercicio de concisión. Lo mejor de los microrrelatos es que demuestran que lo fundamental de una historia ocupa realmente poco, y que con destreza se puede generar todo lo demás en la mente del lector. Este relato escoge tan bien las palabras que la historia se despliega sin esfuerzo, llevándonos en apenas cuarenta palabras a la escena crucial. En ella se encuentra ese instante en el que comprendemos que la especie tiende a superarse en todo: aquel niño feo, torpe, tonto y malo como él había, al menos, superado fatalmente la indecisión de su padre. Gran micro.

Ansias de color se mueve en un terreno distinto, el de la metáfora y la personalización. La última frase, especialmente, es muy potente, y evoca a la perfección la maldad de esos consejeros (tan a menudo cardenales, ¿quizá de ahí la elección del púrpura?) que atacaban sin piedad al pueblo (su pueblo) por evitar, quizá, ser algún día sustituidos por alguno de sus semejantes. Me gusta este micro porque pueden hacerse muchas lecturas de ese final, que tiene la virtud de todas las grandes sentencias: es un espejo implacable del ser humano. 

Está complicado, pero mi voto será para Ciego, por la calculada densidad de su fuerza.


P.D.: Yo sería más benévolo que mis compañeros con esa tilde en revólver. Todos los anglicismos que han entrado al castellano como préstamos han sido convenientemente adaptados a nuestra ortografía (y, como llana terminada en "r", revólver no perdona), pero es normal olvidar ciertos diacríticos cuando la palabra original sigue teniendo una presencia tan fuerte (especialmente en internet, si se consume contenido en inglés). En cualquier caso, la recomendación de mis colegas es oro: repasad bien los textos, porque como jueces un error formal es a menudo lo único a lo que agarrarnos en lugar de lanzar la proverbial moneda en un duelo ajustado.