Desafío - Cuentos (COMPLETO) - Kaladin 1 - 2 Mr. Cao

Ambos micros se ajustan al tema.

Ricitos de oro tiene una redacción impecable. Hace una versión propia del cuento cambiado osos por gigantes de piedra, pero por muchas vueltas que le he dado no consigo encontrar el nexo de unión que vincule a los personajes. No entiendo por qué a la niña no le parece buena idea haber entrado en la madriguera. Supongo que hay algo en la cabeza del autor que a mí se me escapa y ha hecho que me resulte demasiado críptico. Lo siento.

Vivir del cuento es más contundente como historia a pesar de no haber necesitado muchas palabras para contarla, con un inicio y un final que vale como metáfora de ciertas existencias. En cuanto a la redacción hay un error al decir “meditó sobre… y en todos”; debería decir “meditó sobre su existencia y sobre todos los errores…”; no se medita en algo, sino sobre algo.

Mi voto es para Vivir del cuento, tiene más peso como microrrelato y he sido capaz de ver la historia.

Bien por este duelo de cuento, reinterpretar clásicos siempre abre puertas al ingenio.

Ricitos de oro es un buen microrrelato, planteado con humor (aunque esto no lo descubrimos hasta el final) y con un ritmo, en mi opinión, bien llevado. Se busca el paralelismo con el cuento original para que el lector vaya esperando ese elemento mediano, bien ajustado al tamaño de la niña, que nunca llega: todo es demasiado grande. Lo que es quizá menos interesante es cómo el autor ha resuelto esa tensión bien acumulada. Cuando el lector está convenientemente situado en la pregunta "¿Qué pasa?", echando en falta la estructura pequeño/grande/mediano que conocemos bien, la respuesta ha de ser contundente y, sobre todo, no distraer de la pregunta. La familia de gigantes de piedra, personajes menos habituales en el imaginario del folklore europeo (el que ha sido trasladado a los cuentos de los Grimm, Perrault, Andersen y compañía), hace pensar, como dice Antártica, en que hay algo más que se nos  escapa; cuando, si lo he entendido bien, la única función de su presencia es explicar por qué todo es grande. No tengo sugerencias alternativas a esa familia, pero creo que ahí está el agujero principal del micro.

Vivir del cuento es, quizá, menos ambicioso pero por ello también más sólido. Asumo que al lobo se le ejecuta por ser, simple y llanamente, el malo, pero sus reflexiones nos hacen pensar que su condena está ligada a querer vivir del cuento, lo cual por un momento me confundió un poco. Entiendo ahora que lo que le faltó fue una retirada a tiempo (de sus fechorías). Es posible que lo que me dejó un poco tocado fuera la forma y no el fondo: ese "meditó sobre su existencia y EN los errores cometidos" no coordina, porque el verbo de la segunda cláusula en todo caso sería "pensar". El final tiene aciertos (esa carcajada sanguinolenta es una imagen interesante), pero no aporta contenido más allá del cierre con guiño a la estructura clásica del cuento, que a mí no me seduce demasiado. Veo, quizá, menos historia en este relato que en su rival.

Mi voto, por intención más que por resultado, va para Ricitos de oro.