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Escrito por Antártica el Mar 18, 2018 1:26:19 GMT 1
¡Bienvenidos, supervivientes! Agarrad bien las riendas y manteneos firmes sobre vuestras monturas. La hora de la verdad ha llegado. ¡Comienza la primera ronda! La emoción se palpa en el ambiente, y sabemos que cada uno de vosotros la canalizará de una manera distinta. Queremos que expreséis cómo os sentís de la mejor forma: con la pluma afilada y derramando tinta. Pasad pues y elegid de entre todas estas emociones la que despierta vuestra inspiración.
El primero que llegue a un desafío escribirá sobre una de las dos emociones presentadas. Esta debe tener peso específico en la historia. Os pedimos que se palpe y se respire entre líneas. El segundo justero en llegar elegirá la que quede libre.
¡Suerte y a por todas!
El plazo para colgar el micro finaliza el sábado, 24 de marzo, a las 23: 59
Sensibilidad Celos
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Escrito por peluche el Mar 18, 2018 9:30:22 GMT 1
Elijo Celos.
Derrocamiento en diferido
No entendía las preguntas de las vecinas aquellos primeros días, ni la cautela de mamá cuando la trajeron. Solo ahora, que ya tiene dos años, mientras ella está jugando a peinar a papá y yo haciendo las tareas de mates, entiendo eso que decían del príncipe destronado.
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Escrito por El Microempalador el Mar 24, 2018 20:42:37 GMT 1
SABES A AZUL
Hacían el amor yendo a la deriva en aquella marejada de sábanas, tan blancas, que a ella le sonaban como un violín sobreagudo. El roce de los cuerpos volvía frambuesa la saliva. Extenuados, se deleitaron con la verdosa aurora boreal que generaba la música de Otis Redding.
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Escrito por Rapso el Mar 25, 2018 22:08:31 GMT 1
Qué feliz me siento de poder disfrutar de vuestros relatos. Es que no sé si me los merezco. Me voy a emocionar. Creo que voy a llorar y todo. Es que son tan buenos… Aunque a ver… que tampoco son para tanto, eh… que yo también podría escribirlos, eh… que si me pongo… que vamos, que eso…
Derrocamiento en diferido es una historia de celos natural entre dos hermanos. El mayor, antiguo príncipe, va viendo cómo poco a poco (en diferido) su puesto en el hogar se va perdiendo. Es un buen micro, muy humano, aunque quizás peque de ser un tanto lineal en su desarrollo. Posiblemente un tema como celos se podría haber exprimido algo más.
Sabes a azul es una auténtica demostración de sensibilidad. El autor le saca punta a las palabras, y nos regala un micro en el que se palpan las emociones. El relato está cargadísimo de expresiones poéticas, que van en línea con ese título que ya anticipa qué nos vamos a encontrar. Es posible que se le pueda afear la falta de historia, ya que lo que tenemos aquí es más una escena que un relato, pero de lo que no cabe ninguna duda es que el autor ha sabido llevar la sensibilidad al papel de una forma sublime.
Mi voto va para Sabes a azul, más arriesgado y conseguido.
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Escrito por Antártica el Mar 26, 2018 22:47:47 GMT 1
Derrocamiento en diferido habla de celos infantiles, y de cómo la vida nos va relegando a un segundo puesto cuando un hermano menor se hace con las atenciones de la casa. Es una historia que casi inspira ternura porque la emoción que tocaba está planteada desde los ojos de un niño. Tal vez le falta un poco de intensidad.
Sabes a azul destila sensibilidad desde la primera a la última frase, y ha sabido encontrar en el lirismo la esencia de esa emoción. El encuentro amoroso de la pareja se percibe en la piel y se saborea en el paladar. Bien planteado este desafío.
Mi voto es para Sabes a azul.
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Escrito por Jorgito el Mar 28, 2018 11:04:35 GMT 1
Celos adopta el punto de vista de ese hermano mayor que se ve desplazado por un nuevo bebé en la familia, y de manera muy sutil (una jugando, el otro estudiando) nos muestra las pequeñas desigualdades que se esconden tras esa «pelusa» que tan a menudo fingimos no entender. El relato no se abre por completo hasta el final, y va cerrando caminos (el título y las primeras palabras dejan muy abierta la trama, que podría ser incluso medieval) hasta acabar centrado en el pequeño universo del niño. Su amarga reflexión es, en sí misma, el derrocamiento efectivo de este pequeño príncipe, que nos remite al título. Uno no cae hasta que se considera caído. Muy bien redactado y con una sensibilidad notable, aunque como historia no es demasiado potente.
Sabes a azul es la segunda aparición de la sinestesia en estas Justas, después del relato de potorro en la ronda de desafíos. En este caso, la prosa, aún más recargada, se va enredando y cruzando sentidos hasta el momento final, en el que la imagen de la aurora danzante «abre el plano» tras el sensorialmente convulso nudo central. Aunque no hay en realidad más historia (o yo no la veo) que este encuentro sexual sinestésico, la prosa tiene una fuerza tan grande que aporta cadencia y cuerpo al micro sin necesidad de un hilo argumental.
Muy buen duelo, mi enhorabuena a los dos. Aunque a estas alturas mi voto es testimonial, yo también me decanto por Sabes a azul.
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Escrito por peluche el Mar 28, 2018 11:17:15 GMT 1
Muchas gracias, señores jueces, por sus valoraciones. Ciertamente ahora veo que a mi micro, sin tener defectos evidentes, le faltaba algo de brillo que lo hiciera latir. Y en unas microjustas eso sale caro: te puede venir un Microempalador en los minutos de descuento y arrollarte con un microrrelatazo como este, que sinceramente es una preciosidad. ¡En cuanto lo vi, reconocí que estaba perdido!
Enhorabuena, Microempalador, ¡te deseo lo mejor en estas justas! Y para que así conste, lo sello con un achuchón de buena suerte.
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Escrito por El Microempalador el Mar 28, 2018 11:35:42 GMT 1
Tras un atropellado comienzo en estas Microjustas en las que incluso me ví mordiendo el polvo a las primeras de cambio, una victoria como esta me da ánimos para seguir afilando estacas. Pese al cómputo global, no ha sido un desafío cómodo, pues ya sabemos todos cómo se las gasta Peluche cuando pisa la arena. Y aunque su propuesta pudiese faltarle algo de intensidad, su cuidada redacción y ritmo en el tiempo, dotaban a su micro de una peligrosidad latente. Gracias al Triunvirato Justero por sus comentarios y apreciaciones, siempre tan en el centro de la diana. Peluche, acepta mi invitación en la taberna, donde beberemos licor de legaña de cuervo hasta que perdamos la conciencia.
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