RONDA 1 - Éxtasis / Enojo - Victoria para Chiribita de Brem.

Éxtasis



No es religioso, ni siquiera creyente, pero ahí está: con los sentidos suspendidos en plena contemplación del amor divino hecho carne. Desnudándose, ofrecimiento pleno, para la unión mística con Dios. Alrededor: luces, música atronadora y bailes convulsionados de sábado.
Al fondo, el nuevo proveedor de fe disfruta del espectáculo.

Aunque el doble sentido en que se apoya Éxtasis no me ha cogido por sorpresa (es lo que tienen los dobles sentidos en este contexto, que son la norma), ceo que esto apenas mengua el valor del micro. En realidad, el relato sigue conteniendo una clausura interna, por así llamarla, un cambio de perspectiva que sin ser cambio de paradigma sí cierra con acierto la escena. En mi opinión sto funciona, principalmente, porque la autora ha sabido recargar la primera imagen lo suficente como para que un simple desplazamiento del foco aproveche esa tensión acumulada, acabando así con un portazo (metafórico). La descripción del éxtasis está muy conseguida, y tiene puntos fuertes como esos "sentidos suspendidos" y esa "contemplación" que casi evocan una levitación. Buen micro.

Desencantada se ajusta un poco peor a la emoción que le ha tocado, el enojo, y tal vez encajaría mejor en "decepción". Dicho esto, me gusta la redacción (aunque al menos en mi variedad de español "solo hago que" sea un tanto extraño o incluso un vulgarismo, registro que no le va al personaje) y creo que la idea en sí, al menos en su esencia más abstracta, es buena. El marco elegido, sin embargo, (me) resulta ligeramente manido: fantasmas viviendo una vida similar a la que ya llevaban, en una mansión, con cierto aire decimonónico. En ese contexto, la palabra "chacha" es quizá un tanto anacrónica.

Me voy a quedar con Éxtasis.

Ohhh, sííí, el placer del sentirse Dios, el misticismo de la votación imparcial, qué bien sienta ser juez… ¡pero estoy hasta las narices de que me lo pongáis tan difícil!


Éxtasis en un gran relato. Su autora recoge algunas de las lecturas que le daba el tema y las entremezcla con mucha clase. No hay un gran factor sorpresa en el doble sentido, pero me da la sensación de que tampoco se buscaba (ni es necesaria). El vocabulario usado sirve para dibujar a la perfección ese sentimiento extático del protagonista. La frase final cierra a la perfección la historia. Un muy buen trabajo.


Desencantada es una historia de fantasmas de corte clásico. Un relato de agradable lectura y bastante bien atado, al que le pesa ser bastante predecible y no encajar excesivamente en el tema propuesto. Por otro lado, el autor mezcla vocabulario y escenografía de forma algo extraña. El “cómo” inicial no lleva tilde.


Mi voto va para Éxtasis. Un micro notable que dejaba pocas alternativas a su rival.