Desafío - Locura (COMPLETO) - vilano 1 - 2 mcdonald

Ambos micros se ajustan al tema.

Manicomio muestra una escena que riza el rizo: un loco que se conmueve con la enajenación de otro pirado, y que no se pone de manifiesto hasta la frase final. Como historia me resulta previsible y algo plana, se asemeja a un chascarrillo ya contado que no incorpora ningún elemento sorpresa. Necesita reposo en la redacción porque tiene algún defecto de puntuación. Le falta un punto y coma o un punto y seguido después de “compañía”, y una coma después de “total” (“Se quedaría un rato más haciéndole compañía; total, la enfermera le había dicho…”). Al inicio de la segunda frase hay un “Éste” con tilde que no sigue las recomendaciones de la RAE sobre los pronombres demostrativos, aunque hay muchos autores, incluso académicos, que también han decidido saltárselas a la torera.

Uñas en un micro con pinceladas Gore cuyo desenlace se me escapa. No consigo conectar esa obsesión que el protagonista decide controlar, por orden maternal, con ese final donde parece contradecirse en sus argumentos. Me he perdido un poco con eso. Está bien redactado, aunque en la frase final introduciría alguna mejora de puntuación: “No tardaré mucho; por favor, no grites”. También pondría un punto y aparte después de "obedezco". 

Ninguno de los dos me convence mucho, pero mi voto va para Manicomio porque me parece que tiene un contenido más coherente y entendible.

Manicomio tiene sus luces y sus sombras, pero en general es un micro correcto. Su gran enemigo, creo, es que el pleno efecto de su giro descansa sobre una plena identificación del nombre de John con J.F. Kennedy, lo cual puede pasar desapercibido para algunos lectores incluso después de la mención del Air Force One. En cierto modo, el problema está en que John es un nombre tan común (incluso contrapuesto a Olegario) que no genera suficiente suspicacia como para activarse y permanecer flotando para ser recuperado luego por las palabras clave del giro final. Yo tuve que volver a repasar el micro, en busca de algo que reforzara esa mención del avión presidencial, para encontrarlo y conectarlo por fin. Tengo la sensación de que no seré el único.

Uñas es más original, quizá, y maneja mejor el tono que adopta. Yo tampoco estoy encantado con la puntuación, y creo que la observación de Rapso sobre su recurso tramposo (ese consejo atípico de la madre) es muy acertado. Sin embargo, me llega más y mejor que su rival, y creo que es un buen relato de terror/suspense. Estoy de acuerdo en lo que comenta Antártica, ese "no te comas las uñas" no excluye las de otros y por tanto esto aporta un matiz de contradicción confuso al desenlace. Como curiosidad, diré que en inglés el juego funcionaría mucho mejor, porque ellos usan el posesivo donde el español requiere el artículo:


Ahí sí, el autoengaño del personaje es más evidente y menos confuso: su madre le dijo que no se comiera sus uñas, pero no dijo nada de las de otros.

Digresiones aparte, mi voto es para Uñas.

Las madres puedes llegar a decir cosas extrañas, aterradoras y totalmente random con tal de evitar que hagamos ciertas cosas. A mí de pequeña me decían que si bebía cerveza se me pondría la tripa azul.

Dos cuentos muy interesantes. Me ha gustado más el primero, es muy diver. Y nunca he conocido a ningún Olegario.

El segundo cuento está bien. Pero el chip del pasado al presente me ha despistado un poco. ¿No faltará algún guión de diálogo en alguna parte? Mi mamá tampoco me deja comerme las garras. Dice que un dragón como Dios manda lleva las garras cuidadas y afiladas.