Desafío- Y se agotó el amor (COMPLETO) - mcdonald 1 - 2 Poli

Qué buenos relatos estos dos aquí plasmados. Cómo he disfrutado este duelo.


Rebajas nos sitúa de pleno en un mundo futurista, con un amor a la carta. Me gusta el giro que da el relato. Durante las cuatros primeras frases, lo que esperas leer es cómo el protagonista cambia a su pareja (real) por una muñeca. Pero no. Lo que se quiere sustituir es otra muñeca, por lo que el amor a la carta está más que instaurado en la sociedad, y cambiar de pareja es solo una cuestión de dinero. Ya no hacen falta sentimientos. Me recuerda a un capítulo de Black Mirror. Y, como esta serie, el micro es desolador. Como detallito, el punto final ha desaparecido.


Fuera de catálogo es un relato muy intenso. Está plagado de imágenes que se te quedan pegadas en el cerebro. Me fascina cómo el autor conjuga los momentos más habituales de la rutina diaria como puede ser un desayuno, un frasco roto y una lista de la compra, con algo tan intenso como el amor. El último párrafo cierra a la perfección una historia que te abraza, te ahoga con elegancia, y te deja muy mal cuerpo sin recurrir al efectismo.


Mi voto para Fuera de catálogo, porque me ha enamorado, pero Rebajas podría haberse llevado mi voto en muchísimos duelos.

Otro de los complicados...

Rebajas tiene, además de otras virtudes, el mérito de trasladar una escena eminentemente futurista en menos de 50 palabras, y de hacerlo además de una manera particularmente efectiva. La desesperanza que produce la frialdad del personaje es, sencillamente, deprimente y aterradora, especialmente como presagio de un futuro al que este presente no está tan lejos de llevarnos. La imagen de los copos de plástico es maravillosa, y la psicología del personaje está muy bien construida; demuestra un equilibrio admirable entre la familiaridad y la extrañeza que debe producirnos alguien cuya cultura está alejada de nosotros en el tiempo, pero no en el espacio. Mi enhorabuena.

Fuera de catálogo está muy bien escrito. Mucho. Tanto que, en mi opinión, enmascara un recurso narrativo relativamente manido. La «materialización» de las emociones, como su personalización, exige un extra de relevancia a la hora de invocarla. En este caso, la idea del amor en la lista de la compra, de su presencia en el frasquito de cristal, tiene un aire pop que no acaba de convencerme, aunque la imagen de los pies descalzos cortándose (habilitada por la misma metáfora, todo sea dicho) me parece especialmente bonita. En conjunto me parece un buen micro y una demostración de técnica, pero su trascendencia es, para mí, menor que la de su rival.

Mi voto es para Rebajas.