|
Escrito por patanegra el Mar 6, 2018 17:01:58 GMT 1
MARE NOSTRUM
A medida que la brisa marina acariciaba su rostro, el pequeño Omar palidecía. Recordaba el día en que su madre, embarazada, se despidió de él con un beso de sal.
Contuvo las ganas de llorar y dirigió su mirada al frente, buscando un horizonte mejor.
|
|
|
Escrito por Púas el Mar 6, 2018 20:10:36 GMT 1
Malagón
Ensaya sonrisas ofreciendo Kleenex entre los coches mientras quema sus pies desnudos un asfalto despiadado. Esos pies nacidos en la arena del desierto, agotados de batir agua salada, iniciaron un camino de libertad huyendo de los grilletes de la miseria hacia un paraíso de insoportables zapatos que hacen llagas.
|
|
|
Escrito por Antártica el Mar 7, 2018 20:28:28 GMT 1
Ambos micros plantean la emigración desde situaciones muy duras. Mare Nostrum une elementos que hieren la sensibilidad: el Mediterráneo, la huída y el miedo de un niño. La imagen que nunca deseamos ver y que el autor ha descrito hasta hacernos sentir frío. Es un tema algo trillado, pero está perfectamente narrado y sigue despertando emociones.
Malagón pone la vista en el emigrante que ya ha llegado a su destino, y se encuentra con la realidad del sueño que no es tal. Hace una metáfora de la crueldad de esa nueva vida, donde sigue encontrando miserias que le dañan. Me ha gustado también mucho.
Son dos relatos intensos y decidirme por uno de ellos me resulta complicado. Por eso me voy a apoyar en la pulcritud a la hora de redactar. Mare Nostrum es un micro muy pulido mientras que Malagón tiene una repetición, muy cercana, de “pies” y una última frase excesivamente larga. Falta una coma en la primera, entre “coches” y “mientras”.
Por ello mi voto es para Mare Nostrum
|
|
|
Escrito por Rapso el Mar 13, 2018 23:16:03 GMT 1
Triste realidad la que nos presentan estos dos micros…
Mare Nostrum es un relato escrito con sencillez y pulcritud. Los trazos que dibuja el autor transmiten excelentemente ese punto intermedio entre el dolor y la esperanza. Un retrato fiel de tantas miles de vidas truncadas en ese título.
Malagón nos envía un mensaje algo más elaborado que el de su rival. Incluso se podría ver como una vuelta de tuerca de aquel. Ese paraíso esperado no tiene por qué ser el que se encuentre. En cuanto a su profundidad, me llena más que el de su rival. Ahora bien, la forma en la que está presentado no me convence. Cincuenta palabras en solo dos frases ya son un indicativo de lo largas que son ambas. En la primera echo en falta alguna pausa, y la segunda la acortaría. Creo que el ritmo de lectura lastra al micro hasta casi sepultar la idea. El título, con ese punto socarrón, no me pega nada con el duro vocabulario posterior.
Mi voto va para Mare Nostrum. Creo que se presenta más sólido que el de su rival.
|
|
|
Escrito por Jorgito el Mar 17, 2018 1:13:27 GMT 1
Un tema complicado, en forma y fondo.
Mare Nostrum nos sitúa bien en la patera, nos traslada una historia que, por desgracia, hemos oído a menudo, y lo hace con una redacción más que correcta. Hay destellos, como ese beso de sal, que hacen ganar muchos puntos al micro. Sin embargo, me resulta difícil ver la culminación del relato como historia. Nótese que con esto no me refiero a un giro; no todos los micros tienen que fundamentarse en la sorpresa, en absoluto. Sin embargo, no hay evolución en Omar: hay un recuerdo triste y una mirada decidida al futuro, ambos perfectamente compatibles en un mismo estadio emocional del personaje. Quiero decir con esto que, como pasa en ocasiones, este micro me parece un instante conseguido, pero no tanto una historia.
Malagón se sostiene, principalmente, en la condensación en la última imagen de ese contraste expectativas/realidad que vertebra el relato. Es una buena idea, y tiene puntos fuertes que ambientan bien la historia (las sonrisas ensayadas, el asfalto despiadado), pero sufre en algunos puntos de la redacción. La cláusula final se hace francamente eterna, y acaba con un estereotipo manido y en gran medida prejucioso (hasta los tuareg tienen zapatos hoy en día, y hacen las mismas llagas que los europeos...).
Mi voto es para Malagón, aunque se impone más por falta de sombras que por abundancia de luces.
|
|