Desafío - Rusia (completo) / pianista 2 - 1 silencio

A ver, ¿qué vamos a hacer con ustedes dos? Bueno, creo que ya se han fustigado bastante en la taberna así que no voy a hacer leña.



“Matrioska” es un relato que hace gala de una notable economía de palabras para contarnos varias historias dentro de una sola, conectando las distintas violencias que ha sufrido la protagonista con el tema de la trata de blancas. Como la muñeca rusa del título, capa a capa nos conduce al desenlace. La metáfora funciona muy bien y se ajusta como un guante al tema del desafío. En el verbo «volar» veo la alusión a los viajes. La mención al babeo del padre me parece especialmente descriptiva e impactante, enhorabuena.



“El hijo” es un relato desolador donde una persona ya golpeada por la tragedia asume una segunda pérdida con una naturalidad escalofriante. En esa sensibilidad amortiguada y esa resignación duele ver cómo lo horrible se ha vuelto cotidiano. El hecho de que el tema del desafío sea Rusia lo conecta con hechos actuales, le da otra capa de lectura y todavía llega más. El elemento relacionado con viajar está presente en el coche. Creo que habría que corregir algunas cosas del texto: las comas, sobre todo para separar los interrogantes y el verbo “deber”, que cuando se emplea para enunciar una conjetura ha de llevar el “de” (cosa que si corregimos, nos pasamos de palabras).



Dos microrrelatos que me han llegado pero que no cumplían las bases. Mi voto para “Matrioska”

Vamos a sugerir al jurado de las próximas microjustas que como merchandasing regalen a los justeros unas gafas para leer bases que vengan con un complemento de aumento de atención.
Dicho esto, no mencionaré todas las bases que incumplen ambos justeros, porque parece que hubieran leido al revés o en ruso.

De Matrioska me cautiva cómo el autor ha puesto en práctica en la historia la idea de una Matrioka con capas y más capas que recubren un gran vacío interior. Un gran acierto como recurso. Una historia dura y muy bien escrita.

El hijo está cargado de resignación y dolor. Me gusta que con lo que va diciendo la mujer somos capaces de rearmar una historia de vida dramática y a la vez con un toque de dulzura en la forma en que la mujer asume la visita. Puede que tenga algún problema en la puntuación, pero eso no le quita peso.

Es difícil decidirme por uno de los dos, pero daré mi voto a El hijo porque me ha parecido un tema no tan tratado y más original en ese sentido que el de su contrincante.

Gracias por los comentarios y por ese punto de consolación. Enhorabuena a pianista por un micro excelente. Asumí el reto de enfrentarme a un trabajo que admiré nada más leerlo.

Asumo mi culpa por no haber interpretado correctamente las bases a pesar de haberlas leído con atención. No me hubiera costado nada titular el micro como "hijos de la madre Rusia" o "madre Rusia" a secas. Me quedaban al menos diez palabras para haberlo hecho sin perder la intención de la historia.

Sobre el uso de comas, sólo aprecio un error, y es el de no haber comenzado con mayúsculas "¿un té?", pero aquí han jugado en mi contra el despiste y el corrector del móvil. Si hay otra cuestión mal aplicada en el uso de comas, agradezco que me lo ilustren, porque no soy capaz de verlo y aquí estoy para aprender.

En cuanto al mal uso de "debe estar" por no haber incluido "de", discrepo. Deber + infinitivo también es usado y aceptado para expresar suposición, no sólo obligación.

En cualquier caso, me reitero en mi agradecimiento y asumo no haber estado a la altura. Vuelvo a mí voto de silencio y me marcharé como he llegado:sin hacer ruido.

Si hubiera posibilidad de votar cuál es el mejor duelo de la ronda, me quedaba con este, vaya dos micrazos. Pero el que estoy segura de que no voy a olvidar es El hijo. Problemillas formales aparte, es un directo al estómago (o al corazón). Tan tristemente real, tan actual y al mismo tiempo tan lleno de historia. Las palabras de esa madre, el detalle de la bandera, la capacidad de crear una situación con tan pocas palabras... Yo lo veo al nivel de El emigrante de Lomelí, otro micro que jamás olvidaré. Enhorabuena, Silencio, huiré de ti como de la peste.